Para empezar el año nada mejor que una nueva entrega de ‘Tras La Marca de Odín’ y su serie de ‘Creando una saga’ con la que sigo compartiendo con vosotros todos los entresijos de cómo empecé a confeccionar la saga de ‘La marca de Odín’ y su universo. En esta quinta entrega aprovecho que recientemente he lanzado el tercer capítulo de bonificación del primer libro con el título de ‘La búsqueda de Hyperbórea’ para profundizar sobre el trasfondo mitológico de la saga.
Sin duda, el referente de dicho capítulo, y que ya aparecía en el final de ‘La marca de Odín: El despertar’, es el personaje del profesor Jorgen Hågensen. Aunque esta vez con la novedad de presentar su blog, Hyperbórea Existe, un blog que vio la vida en noviembre de 2009. Seguramente más de uno de vosotros se ha preguntado quién es este enigmático profesor, ¿es una persona de carne y hueso o es un personaje ficticio? Para responder a estas preguntas hay que hacer un poco de historia…
Cuando tuve la primera inspiración para crear ‘La marca de Odín’ allá por el año 2005 tuve claro que era muy importante encontrar un trasfondo que pudiera adaptarse a lo que había vislumbrado. Como ya comenté en un artículo anterior los primeros años de creación de la saga los dediqué a documentarme y confeccionar lo que sería el universo completo en el que tiene lugar la trama. Uno de los grandes pilares de esto fue el trasfondo mitológico. No se trataba solamente de coger la mitología nórdica y adaptarla directamente a mi obra.
Necesitaba una historia concreta que pudiera encajar en las necesidades narrativas de tal forma que pudiera parecer perfectamente una posibilidad real y no solo una fantasía impuesta tal cual al lector. Fue así como al final di con el mito de Hyperbórea y descubrí que podía adaptarse perfectamente a lo que había estado buscando. Extrañamente, a pesar de ser muy similar al de Atlantis el de Hyperbórea era prácticamente desconocido por la gente en general.
Al igual que con Atlantis el mito habla de una civilización muy avanzada que vivió hace decenas de miles de años en una isla y que, de repente, desapareció sin dejar rastro. Pero en este caso, no solo son las culturas helénicas y romanas las que cuentan con registros de su existencia, sino que las asiáticas, incluyendo la cultura ancestral china y los antecesores de la actual Rusia, también cuentan con menciones sobre la misma. Me dije, ahí está, tengo lo que estaba buscando.
Así fue como empecé a estudiar a fondo todos los documentos relacionados con este mito y empecé a darle forma a mi propia versión del mismo. Una versión que permitiera crear una base sólida desde la que ramificar toda la historia de ‘La marca de Odín’ y que además contara con una fuerte vinculación con la mitología nórdica tradicional. En este sentido nunca busqué darle un tratamiento como el que habían hecho otros autores, veamos por ejemplo a Marvel y su peculiar visión de los dioses nórdicos. Buscaba trabajar bajo la premisa de que lo que nos ha llegado en forma de mitos y leyendas nórdicas, no fueran más que adulteraciones y versiones de lo que un día pudo llegar a ser historia, pero una historia que jamás nos han contado y de la que no sabemos realmente nada.
Llegados a este punto cada vez era más evidente para mí que necesitaba ir mucho más allá. No podía limitarme a lanzar al lector en un trasfondo que apenas se llegaba a vislumbrar en el primer libro sin ningún soporte adicional. Necesitaba que incluso antes de que la historia del primer libro fuera compartida ya hubiera gente familiarizada con su trasfondo. No solo eso, necesitaba que se tomara por buena mi propia versión del mito. ¿Pero cómo hacerlo de una forma que encajara perfectamente y que fuera creíble?
La solución me vino en 2008 durante una de mis estancias en Oslo, Noruega. Creo que era la segunda o tercera vez que estaba ahí por temas de trabajo con Funcom y Age of Conan. En mis visitas siempre que podía intentaba documentarme y visitar lugares que pudieran inspirarme y abrirme la perspectiva. Así, un día estando en la zona del puerto de Oslo vi un navío Drakkar vikingo restaurado amarrado en uno de los muelles. En él había muchos turistas que se hacían fotos. Fue una imagen que se me guardó en la retina y que esperó su momento. Este fue tras leer un artículo sobre arqueología submarina que finalmente completó la ecuación y pude lanzar las siguientes preguntas.
¿Y si años antes de lanzar el libro ya hubiera un reputado profesor de arqueología submarina noruego que ya estuviera estudiando el mito que servía de trasfondo del mismo? ¿Y si toda aquella persona que quisiera buscar información sobre dicho mito encontrara como fuente principal una que a toda vista pareciera fidedigna pero que realmente introducía mi versión del mismo?
Sí, fue al responder dichas cuestiones cuando decidí dar vida al profesor Jorgen Hågensen y su blog de Hyperbórea Existe. Fue en noviembre de 2009 cuando inicié la que tendría que ser la primera fase de marketing para ‘La marca de Odín’ con el lanzamiento del blog y la presentación del que sería uno de los personajes relevantes dentro de la saga. Era consciente de la complejidad de hacer algo así y que era la primera vez que se hacía. De que era una apuesta arriesgada dedicar tiempo y recursos a un proyecto de estas características y más sabiendo sin tener garantía alguna de alcanzar el objetivo deseado.
Inicialmente las entradas del blog estuvieron dedicadas a introducir a sus lectores a la mitología nórdica. Estos artículos seguían la versión de las diferentes fuentes oficiales hasta el día de hoy, pero con sutiles modificaciones y argumentaciones encaminadas a reforzar el trasfondo del libro. A ellos se les fueron intercalando otros con temas concretos, aparentemente sin relación alguna, pero que seguían reforzando la idea que buscaba como uno centrado en explicar los motivos tras la desaparición de los Neandertales. Al final era coger noticias y fuentes reales y darles forma de tal manera que reforzaran una y otra vez la idea del mito de Hyperbórea que aparece en ‘La marca de Odín’.
En su segunda fase en el blog se tenía que hacer una especie de pseudo prólogo de las investigaciones del profesor Hågensen y de cómo este había llegado a involucrarse con el mito de Hyperbórea para enlazar directamente con la trama en sí del libro. Y es que aunque inicialmente este personaje iba ser completamente externo a la historia según lo desarrollaba fui viendo su gran potencial para que formara una parte activa en determinados momentos de la trama de la saga. Hecho que ya habéis empezado a vislumbrar con el último capítulo de bonificación y que seguiréis comprobando cuando salga su relato extendido de nivel 1 y el segundo libro de la saga.
Así que aquí lo tenéis, uno de los secretos mejor guardados que he tenido a lo largo de estos años por fin desvelado. He de reconocer que nunca llegué a imaginar que tanta gente tomaría por real al profesor Hågensen y a sus investigaciones. El blog ha llegado a tener más de setecientos seguidores en estos años y cuando llegó a su fase final con los hechos que se narran en ‘La búsqueda de Hyperbórea’ no solo fueron personas normales las que mostraron su apoyo, sino también instituciones. Y lo más increíble, en todo este tiempo solo una persona tomó el tiempo para investigar y descubrir que Jorgen Hågensen supuestamente no existe. Al menos, no con ese nombre. Y es que, ¿quién puede aseguraros que este artículo no sea otro intento de tapar la verdad sobre Hyperbórea y haceros creer que es solo ficción?
¡Todo está conectado!