En esta nueva entrega de ‘Tras La Marca de Odín’ voy a hablaros del proceso de producción de la fotografía especial que acompaña al relato extendido de ‘Eva: Las lágrimas del pesar’. Por primera vez en nuestros contenidos extendidos tomamos la decisión de probar a acompañarlo no solo con una ilustración, sino con una recreación real de una escena narrada en la historia. Es por ello que se merece un capítulo propio dentro de nuestras entregas de ‘making of’ con el que podréis conocer de primera mano cual fue el proceso de producción que llevamos a cabo para realizarla.
Como podéis imaginaros conseguir transmitir con una foto una escena de ficción es mucho más complejo a priori que con una ilustración, cuya principal limitación es la imaginación y destreza del artista que la realiza. En nuestro caso, contar con Manu Nieto es toda una bendición ya que su pericia está fuera de toda duda y su clara visión del universo de La Marca de Odín facilita en gran medida la labor.
Para este proyecto contamos con la colaboración de un equipo de grandes profesionales. Primeramente con Rafael Arbide, un gran fotógrafo del mundo de la moda y una de las personas más proactivas y creativas en lo visual que he tenido el placer de conocer. Segundo con Karolina Matuszewska, una increíble artista del maquillaje capaz de hacer magia en vivo sin necesidad de utilizar efectos digitales. Por último, contamos con la colaboración de la modelo Vanessa Quiroga, quien se atrevió a protagonizar la foto a pesar de lo complicado de su elaboración y su formato tan alejado a los cánones normales a los que estaba acostumbrada.
El principal hándicap fue lograr encontrar el momento adecuado que encajara en las agendas de todo el equipo. Este hecho propició que la publicación del contenido sufriera numerosos retrasos, pero como se suele decir, lo bueno se hace esperar.
Otro factor fue encontrar una localización que encajara con la escena representada. El encargado de encontrarla fue Rafa, quien descubrió una zona cerca del puente de las Delicias en Sevilla que se acercaba a lo que buscábamos, con cascotes y un estado descuidado. El problema vino cuando por fin llegó el día de la sesión de fotos y al llegar al lugar, habían recogido los cascotes. Aun así, agudizamos el ingenio para lograr el efecto deseado de todas formas.
Una vez establecidos en la zona de trabajo nos dividimos en dos equipos. Por un lado Karolina empezó a trabajar con Vanessa para darle el maquillaje y los efectos que necesitábamos. La cara de Vanessa cuando vio el resultado final fue de incredulidad, como diciendo, ¿esta soy yo realmente? Mientras tanto, Rafa y yo estudiábamos las diferentes opciones de localizaciones, posiciones y ángulos. Hicimos diferentes pruebas de luz, ya que ya era de noche y había que probar la combinación que ofreciera el mejor resultado para lo que buscábamos.
Una vez que Vanessa estuvo lista iniciamos la sesión en los diferentes puntos que habíamos determinado como óptimos. Era muy importante la posición de ella, de su cuerpo, su expresión, cuidamos todos los detalles buscando las mejores fotos. En esta fase Rafa era el capitán que ordenaba y dirigía, mientras que Karolina y servidor actuábamos como técnicos de iluminación.
Tras infinidad de fotos hicimos un visionado rápido para asegurarnos que había suficientes y cumplían los requisitos para que una de ellas fuera la elegida. Era el momento de recoger, hacer una última foto de grupo de todo el equipo e ir a casa para iniciar la siguiente fase de trabajo, la elección de la foto final y la labor de preproducción.
Rafa volvió a ser el protagonista en esta etapa. Tras escoger una selección de las mejores 30 fotos discutimos cual era la que más se acercaba a lo que yo quería. Al final la elección fue obvia, había una foto que destacaba sobre todas las demás. Fue entonces cuando Rafa se centró en ajustar y hacer un poco de magia digital para lograr tener una imagen lo más efectista posible y que encajara al máximo con la escena que recreaba.
El resultado lo habéis podido ver junto al relato de ‘Eva: Las lágrimas del pesar’, sino lo habéis hecho todavía ¿a qué esperáis? Recordad, este contenido está disponible solo para los lectores que habéis indicado que habéis completado la lectura de ‘La marca de Odín: El despertar’.